Las mejores imágenes se logran mediante los captadores digitales con la ventaja de que sus dosis de radiación son sumamente inocuas.

La radiación que emiten los equipos radiológicos actuales es de un 25% con respecto a la radiación de principios del año 2000. Los programas informáticos procesan la información capturada y la reconvierten de modo que con la combinación radiológica-informática se crea una calidad de imagen excepcional.

La Tomografía Axial Computada (TAC) ha evolucionado con nuevos programas informáticos, mediante los cuales recreamos tridimensionalmente y de manera exquisita los elementos anatómicos que debemos valorar para un diagnóstico y planificación precisa. Además permite disminuir al mínimo los márgenes de seguridad y logra aplicar técnicas como la cirugía guiada por ordenador y la capacidad de planificar tratamientos hasta hace pocos años impensables.